La Legislatura de Tierra del Fuego aprobó una modificación a la ley que desde 2021 prohibía la instalación de salmoneras en la provincia. La decisión habilita una flexibilización de la actividad acuícola y vuelve a poner en discusión el equilibrio entre desarrollo económico y protección ambiental en la región.
La norma mantiene la prohibición en zonas consideradas sensibles, como el Canal Beagle, pero permite la explotación de salmónidos en otros sectores marítimos y lacustres fuera de esas áreas. Desde el Gobierno provincial sostienen que la medida busca diversificar la matriz productiva, generar empleo y atraer inversiones en un contexto económico complejo.
Quienes impulsaron el cambio señalaron que la industria salmonera tiene potencial exportador y podría convertirse en una nueva fuente de divisas para la provincia, tomando como referencia experiencias productivas de países vecinos. Además, destacaron que la actividad estará sujeta a regulaciones y controles ambientales específicos.
Sin embargo, la decisión generó fuertes cuestionamientos de organizaciones ambientales y sectores sociales, que advierten sobre los posibles impactos ecológicos de la acuicultura intensiva, como la contaminación del agua, la alteración de ecosistemas marinos y la introducción de especies exóticas.
Con la modificación aprobada, el Poder Ejecutivo provincial deberá definir las zonas habilitadas y la reglamentación correspondiente. Mientras tanto, el debate continúa abierto entre quienes ven en la medida una oportunidad económica y quienes alertan sobre un retroceso en las políticas de preservación ambiental que distinguieron a Tierra del Fuego en los últimos años.








