La suba de precios en la Ciudad de Buenos Aires registró un incremento del 2,4% durante noviembre, impulsada principalmente por aumentos en tarifas y servicios básicos, y consolidó un acumulado anual de 28,3%, según el último relevamiento oficial difundido por el Gobierno porteño.

La variación mensual mostró un ritmo de ajuste más elevado que en octubre y se vio marcada por el impacto de los servicios regulados, entre ellos luz, gas y transporte, que empujaron al alza el costo de vida de los hogares porteños. A esto se sumaron incrementos en alimentos y bebidas, un rubro que continúa siendo determinante en la estructura de gastos de las familias.

El informe detalló que los bienes y servicios esenciales registraron subas significativas, mientras que el resto de los rubros se mantuvieron con aumentos moderados. En términos interanuales, la inflación acumulada muestra que los ingresos continúan perdiendo poder adquisitivo frente al sostenido avance de los precios.

Las autoridades porteñas indicaron que se espera un cierre de año con presión inflacionaria persistente, dado que continúan los ajustes tarifarios y la recomposición de costos en distintos sectores. Aunque algunos indicadores nacionales muestran señales de desaceleración, la dinámica en la Ciudad refleja que la tendencia alcista aún no logra estabilizarse.

Con este panorama, economistas advierten que las familias de ingresos medios y bajos son las más afectadas por la suba de precios en servicios esenciales, y remarcan la necesidad de políticas que acompañen la pérdida de poder de compra. Mientras tanto, el aumento del 2,4% en noviembre vuelve a encender las alertas sobre la evolución del costo de vida en el distrito más poblado del país.

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