La iniciativa reúne a empresas, gobiernos locales, universidades y organizaciones sociales con el objetivo de acelerar la transición hacia un modelo productivo más sostenible, fomentar empleos verdes y promover la gestión responsable de materiales en el AMBA.

La presentación oficial de Sinergia Circular marcó el lanzamiento de una red que busca articular actores clave para impulsar la economía circular en Buenos Aires y su área metropolitana. La propuesta apunta a transformar los modos de producción, consumo y gestión de recursos mediante la colaboración entre empresas, municipios, instituciones académicas y cooperativas de reciclaje.


El encuentro convocó a más de 150 representantes del sector público y privado que participaron de talleres, mesas de diálogo y paneles especializados. Allí se expusieron tendencias globales que están redefiniendo la gestión de materiales y se destacó el potencial de la economía circular para generar empleo verde, reducir costos productivos y abrir nuevas oportunidades de innovación.


El proyecto propone un esquema de trabajo estructurado en cuatro ejes: conectar y fortalecer a los distintos actores del ecosistema circular; desarrollar programas de formación para empresas y gobiernos; promover empleos vinculados al reciclado y la reutilización; y certificar buenas prácticas mediante un sello que distinga a quienes adoptan modelos sostenibles.


La iniciativa también busca mejorar la eficiencia en la gestión de residuos y reducir la presión sobre los rellenos sanitarios, un problema crítico en el AMBA por la gran cantidad de residuos que genera diariamente la población. En paralelo, promueve una mirada más estratégica sobre el ciclo completo de los materiales, desde la producción hasta su reutilización o reintroducción en la cadena productiva.


Para especialistas del sector, la red puede convertirse en una herramienta clave para escalar proyectos de economía circular que hoy existen de manera aislada. Sin embargo, también advierten que el éxito dependerá de la articulación constante entre instituciones, de la inversión en infraestructura y de la capacidad de las empresas para adaptar sus modelos productivos.


Aun así, el lanzamiento de Sinergia Circular marca un avance importante: instala la circularidad como una política de desarrollo económico de largo plazo y abre un espacio de trabajo conjunto para que distintos sectores puedan convertir la sostenibilidad en una oportunidad real de crecimiento y competitividad.

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