La Ciudad presentó un programa para impulsar la movilidad eléctrica junto al sector privado. La meta es instalar estaciones de carga en espacios públicos y privados en los próximos dos años.

El jefe de gobierno, Jorge Macri, lanzó el Programa de Electromovilidad Porteña y aseguró que “Buenos Aires se pone a la altura de las grandes capitales del mundo”. El plan prevé la instalación de 400 puestos de carga para autos eléctricos en dos años, ubicados en estaciones de servicio, garajes, centros comerciales y espacios públicos administrados por el gobierno de la Ciudad.

La iniciativa se llevará adelante junto a empresas privadas, que estarán a cargo de la inversión, la instalación y el mantenimiento de los cargadores. La Ciudad, en tanto, definirá los requisitos técnicos, otorgará permisos y se ocupará del ordenamiento urbano. “Queremos ser referentes en infraestructura de carga eléctrica y acompañar el desarrollo de esta industria sin emisiones contaminantes”, afirmó Macri.

De las 400 estaciones, la mitad estará en espacios privados de acceso público —como estacionamientos y estaciones de servicio— y la otra mitad en la vía pública. En este último caso, solo se autorizarán en veredas de parques y plazas no emblemáticas, frente a locales comerciales o edificios públicos, siempre en sectores con estacionamiento habilitado las 24 horas.

Una de las condiciones clave será la incorporación de una aplicación que permita a los usuarios consultar en tiempo real la disponibilidad de los cargadores. Además, se establecerán distintas potencias de carga: desde 7 kW (lenta) en espacios privados hasta 22 kW (semi rápida) en la vía pública.

El programa se suma a otros beneficios ya vigentes, como la exención de patente para autos eléctricos e híbridos y descuentos en peajes hasta 2026. En paralelo, la Ciudad avanza en el transporte público sustentable: ya circula la primera línea de colectivos eléctricos en el centro porteño, y se proyecta el TramBUS que conectará Pompeya con Aeroparque y Belgrano. A partir de 2027, todas las nuevas unidades de colectivo deberán ser eléctricas o a GNC, con un máximo de diez años de antigüedad.