Como cada miércoles, organizaciones de jubilados se movilizaron frente al Congreso Nacional para reclamar mejoras en sus haberes, un aumento del bono de $70.000 otorgado por Anses, y la restitución de los medicamentos gratuitos del PAMI. En esta ocasión, además, rindieron homenaje a Pablo Grillo, el fotoperiodista que fue gravemente herido durante la represión del 12 de marzo y que recibió el alta médica a comienzos de junio. “¡Se siente, se siente, Grillo está presente!”, corearon los manifestantes.
La protesta coincidió con una jornada tensa en la Cámara de Diputados, donde se desarrollaba una sesión marcada por escándalos y cruces, especialmente con la intervención del legislador libertario José Luis Espert. Mientras tanto, afuera, la marcha fue custodiada por fuerzas de seguridad que interrumpieron el tránsito sobre la avenida Callao, generando críticas de los manifestantes por la presencia policial.
Uno de los ejes centrales de la movilización fue la presentación de la campaña “Un Millón de Firmas por los Jubilados”, con el objetivo de respaldar una agenda de reclamos previsionales. La movilización contó con el apoyo de agrupaciones de izquierda como el PTS y el Partido Obrero. El ex diputado Nicolás del Caño, quien dejó recientemente su banca, participó de la protesta y desde el Frente de Izquierda destacaron: “Las bancas rotan, pero el compromiso con las luchas es permanente”.








